martes, 31 de enero de 2023

Surfistas

Uno anda buscando decir lo que no se dijo y cree con entusiasmo que muchas veces lo logra, pronunciándose por fin lo no dicho y creyendo que así uno justificó su existencia, la dignificó a partir de ese aporte singular, auténtico y original.


Es increíble los cuentos que se cuenta uno, que cree en mayor o menor medida que guían de algún modo su accionar y motivan su proceder para producir cierta incidencia en la realidad.


No está mal.


Estaría entonces primero el cuento que nos contamos y luego el hombre que avanza a paso más o menos firme.


Porque el avance habría que observarlo entre otras cuestiones, esencialmente focalizado en la decisión con el que se acomete, dado que hay gente que camina a paso firme y decidido, otros que lo hacen con cierta convicción dubitativa, hay quienes sufren la propia reticencia, dan un paso para adelante y dos atrás o se frenan, y también quienes luchan por permanecer inmóviles obstinados  en quedarse en el lugar como fuera, más allá de que la vida les anoticie que deben mover de algún modo porque de lo contrario la existencia misma impondrá los pasos haciéndose cargo de la indecisión del sujeto, más allá de las quejas o protestas presentes o posteriores que se puedan manifestar.


Porque como bien a esta altura todos sabemos, o deberíamos saber, la vida avanza de cualquier modo.


Nos guste o no nos guste.


Con lo cual claramente lo dicho nos hace saber sobre la necesidad de aceptar la naturaleza del cambio inalterable y en vez de encapricharnos con la realidad, el ser o la vida que tenemos, disponernos a cierto fluir que acompañe al propio movimiento de la existencia.


De manera que hoy parecería que lo conveniente es ser surfistas de la vida.


Preguntarnos qué cuentos guían nuestro proceder, para saber dónde vamos, y surfear.


Surfear.


¿No?


No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Podés dejar tu comentario como usuario de Blogger, con tu nombre o en forma anónima. Seleccioná abajo.