lunes, 25 de enero de 2021

La gran decisión


La vida se construye a partir de las decisiones que tomamos.


Cuanto mayor es la calidad de nuestras decisiones, mejor es la realidad de nuestra vida.


O mejor son las condiciones que favorecen construir la realidad de nuestra vida.


No fume.


No tome.


No maneje como loco sin frenar en las esquinas.


No cruce de espalda a los autos.


Como para mencionar algunas cuestiones básicas, evidentes y convenientes para favorecer la buena suerte.


Use barbijo.


Tapándose hasta la nariz INCLUIDA, por supuesto.


No sea tonto, que a medias no sirve.


Lávese las manos con frecuencia y manténgase a dos metros.


Nadie dice que se va a morir si anda de fiesta en fiesta o con el barbijo simulando protección mientras su nariz pesca el virus.


Solo hablamos de construir buena o mala suerte.


Por eso al cruzar mire a los dos lados.


Y no tome en exceso, no sea tan tonto de atentar contra su salud.


La negligencia es matarse a sí mismo.


Haga vida sana, duerma bien, disminuya el estrés con yoga, meditación y evadiéndose de diálogos internos que lo perturban y lo enroscan para no ofrecerle nada, solo mala sangre y disgustos.


Así que no se enrosque.


No importa que usted tenga razón y se indigne por los motivos que fueran.


Solo observe y actúe con inteligencia, pero no se intoxique innecesariamente.


Evádase del pensamiento perturbador y proceda.


Decida bien para hacerse cargo de quien pueda ser, y para construir una buena vida.


En sus manos está su suerte.






Leer Más...

sábado, 23 de enero de 2021

Egocentrismo


Hace un tiempo me parece que estoy escribiendo demasiado sobre mí.


Es como que entro a mi mundo y empiezo ahí a remover lo que hay y sacar las cosas, limpiarlas, emprolijarlas o tal vez ordenarlas.


La escritura sana.


También elabora, aporta claridad y favorece el desarrollo del nivel de conciencia.


Uno se descubre y apiola si se vuelca a la escritura como un espacio de indagación con intención de descubrimiento.


Quizás por eso de alguna manera caigo en la trampa y escribo sobre mí. Aunque podría no hacerlo.


Pero lo hago con la precaución de creer en las metáforas, evitar nombres propios y ventilarlo todo.


Como una suerte de resguardo al chusmerío que no tengo ninguna intención de alentar.


Que más de la mitad de la gente que lee el blog sea de Estados Unidos, me insta a moverme tranquilo.


Aunque no hay nada que ocultar en lo que uno revela.


Solo intento compartir vicisitudes del ser humano para reflexionar un poco. Con la intención de ascender a nuevas instancias de entendimiento que aporten más efectividad para poder más y construir las mejores realidades posibles.


Si eso sin querer quererrindo requiere que suba al escenario y me apunten las luces, bueno.


Subo.






Leer Más...

miércoles, 13 de enero de 2021

El ser dubitativo

 

Quizás puedo hablar con cierto criterio porque creo haber sido un ser dubitativo.

Esa circunstancia sumada al espíritu curioso que impulsa el auténtico aprendiz, abre los ojos para observarlo todo primero y procurar comprenderlo después.

De lo contrario, si uno no tiene espíritu curioso, ni vocación de aprendiz, ni interés por comprenderlo todo para aspirar a elevar su nivel de conciencia, solo vive.

Vive sin más.

Sin elucubraciones, sin predisposición a abstracciones efectivas, sin explicaciones más o menos fallidas.

Reposa en la existencia carente de lo simbólico y la intención de sentido.

No debe estar mal, supongo.

El ser dubitativo es un ser de alguna manera enroscado. Ocurre que ante las situaciones de la vida en vez de accionar por impulso se detiene.

Y piensa.

Observa lo acontecido, sus vericuetos y las alternativas de responder para adoptar procederes convenientes.

Que por supuesto va monitorizando y redefiniendo.

Luego obra sobrellevando esa lógica que lo asiste para procurar la mayor efectividad posible.

Ser dubitativo es estar abierto a posibilidades, a la convicción de fluir desde la flexibilidad que rechaza la determinación de la rigidez.

Quizás una de las destrezas principales del ser dubitativo es atender solo a las cuestiones relevantes. No se puede enroscar en cada nimiedad de la vida para resolver con eficiencia la disyuntiva que fuera.

Solo lo importante.

De modo que libera energía para concentrarse en las cuestiones relevantes cuando se presentan en su vida o cuando su capacidad imaginativa logra presentárselas.

No es tonto el ser dubitativo, es una persona que piensa y reflexiona para tomar siempre las mejores decisiones posibles.

Se equivoca menos y acciona con cierto retardo en algunas circunstancias.

Sus tiempos son distintos del ser impulsivo y su vida suele ser más ordenada con menos convulsiones.

Obviamente hay dubitativos y dubitativos.

Es conveniente aspirar al ser dubitativo que obra mejor, se enrosca solo en las cuestiones significativas que es conveniente enroscarse. Y tiene la habilidad de desenroscarse en una o varias decisiones que con cierta pericia adopta para construir su mundo.

Luego, si cree en la inteligencia, vive siempre desenroscado.





Leer Más...

lunes, 11 de enero de 2021

La mala persona



Nadie es de manera categórica y definitiva todo el tiempo.

Uno es en acto lo que se revela.

Ni malo ni bueno se puede ser siempre, en todo momento de manera permanente.

Es la acción la que revela el ser y permite describirlo. Vea cómo procede y ahí observará. Podrá advertir qué tanto se acerca a la bondad o a la maldad, por ejemplo.

Pienso.

Un poco para comprender a alguien que sin querer queriendo obró con maldad, bajo el único propósito de perjudicar al otro.

Extraño porque va a misa, pensé en primera instancia.

Luego me di cuenta que esa burda sutileza no tenía ninguna relevancia y que es presumible pensar en las recurrentes inconsistencias de los seres que van afanosamente a misa y en los hechos son verdaderos hijos de puta.

Es más, algún mal pensado podría suponer que si va tan obsesivamente a misa alguna inconsistencia de consciencia tiene y quizás alguna culpa por pagar también.

No todos los que van están motivados por la necesidad de agradecer, pedir, o cumplir con los requisitos para llegar al cielo.

Y este pasaje no es válido para todos los que van disciplinariamente a misa, porque no tengo dudas que entre ellos muchísimos son excelentes personas y verdaderos santos.

Pero la supuesta inconsistencia de conciencia de algunos espíritus torcidos e infiltrados es un detalle y quizás una suposición motivada por un eventual perjuicio por más razonable y preciso que fuera.

El ser que obra mal tiene la mirada torcida.

Torcida?

Sí, porque en vez de ver su vida mira la del otro. Y en vez de invertir su energía en su mundo la invierte en parte en perjudicar al otro.

Está extraviado.

Como sea, la mala persona lo que hace es daño y ocasiona el perjuicio que pueda. Esa es su verdadera motivación, que puede estar ocultada más o menos hábilmente en otras intenciones que declara.

Quizás no es feliz, quizás es envidiosa, quizás se compara erróneamente o no tiene el valor de hacer lo que el otro hace.

Quién sabe.

Tal vez lo único que quiere es perjudicar y no dejar al otro tranquilo.





Leer Más...

viernes, 8 de enero de 2021

El ser que fluye


La vida no está en estancarse, sino en fluir.

Cuanto más uno se preserva, cuanto más conservador se vuelve, más previsibilidad construye en su vida y menos vive.

Y qué?

Puede decir alguien que es feliz en la certeza de su vida previsible, con su casa, su auto, su señora y sus hijos.

Y la asistencia regular e indeclinable a la misa de los domingos.

Nada que decir, por supuesto.

Nadie como yo respeta y alienta al otro a tomar sus decisiones personales y hacer lo que se le antoje.

Siempre y cuando no joda a los demás.

Innegociable salvedad.

De ahí que sin querer frunzo el ceño cuando en una plaza llega alguien con un parlante a todo volumen y nos impone la música bullanguera que fuera.

Pero no me quiero ir de tema.

Hoy creo que uno envejece cuando mira para atrás, en vez de mirar el presente o hacia adelante.

Me espanta en algún punto la gente que viene y me cuenta la vida que tuvimos y lo fascinante que fueron aquellos tiempos que no volverán.

No digo que me haya vuelto un viejo macaco que no quiere recordar nada de lo vivido ni escuchar alguna anécdota memorable.

Solo digo, a este respecto, que cuando alguien viene con una y otra anécdota y despliega la conversación que se centra en el pasado que se fue, a mí ya no me interesa.

La vida está ahora y hacia adelante, nunca para atrás.

Y respecto de lo previsible que algo iba a decir, me quedo acá nomás.

En la vida que fluye.

Donde parece que se honra más la existencia y uno se siente más vivo.





Leer Más...

lunes, 4 de enero de 2021

Si te va a pasar...

No digo yo que seamos todos avispados y tomemos siempre decisiones convenientes para crear la vida.

Ya sabemos que no existe la impecabilidad de los actos y que el error es una posibilidad constante en el transitar cotidiano.

De ahí a andar buscando pisar minas todo el tiempo hay un abismo.

Digo, minas de las que explotan, por supuesto.

Bombas serían.

Y qué tiene que ver esto con la frase, si te va a pasar te va a pasar.

Todo.

Es que hay gente que no solo dice esa frase estúpida que justifica la irresponsabilidad sino que la asume y la incorpora en su accionar, generando las consecuencias del caso.

Parece mentira que gente grande se victimice y aduzca ser ajena a lo que le acontece.

Y se escude en esa burda e infundada frase, si te va a tocar te va a tocar.

Claro que a cualquiera le puede tocar, pero a quien obra con zoncera, con irresponsabilidad, denigrando los cuidados y atentando contra la inteligencia...

Obvio que le va a tocar.

Tarde o temprano le va a tocar.

Ande usted recurrentemente en moto a 200 km por hora y vea. O fume uno tras otro y en unos años cuente. O coma todo lo insano y vea qué le ocurre a su cuerpo.

O no se lave las manos, no guarde la distancia social, no use barbijo.

En esos casos nadie puede asegurarle que le va a tocar indefectiblemente. Lo único que puede asegurarse es que usted ha hecho todo lo posible por generar las condiciones propicias para que le toque.

Y si le toca a alguien que ha hecho todo bien, se ha cuidado y ha obrado con toda la responsabilidad para generar las condiciones propicias para que no le toque, no sea usted tan tonto de usarlo como ejemplo para mantener sus conductas irresponsables que son propias de la zoncera.

Solo sepa que usted hace todo lo posible para que le toque.

Y que si persiste en esa boba actitud, lo esperable es que tarde o temprano le va a tocar.




Leer Más...

viernes, 1 de enero de 2021

El dinero


Mucha gente muere sin saber con claridad para qué quiere el dinero.

Y mucha gente entrega la vida para conseguirlo.

Hay de todo en la viña del señor.

Nunca dije esa frase pero por algo apareció. Jamás reprimo lo que la escritura tiene para decir. Quizás por miedo a que se ofenda, se enoje conmigo, y me arrebate de una vez y para siempre las palabras y los párrafos completos.

No voy a asumir ese riesgo.

Así que yo escribo y si viene una frase, bienvenida. No tengo nada que decir.

Nada que objetar.

El dinero es muy importante porque habilita posibilidades y potencia el mundo propio y ajeno.

No tengo dudas.

Por eso militar a favor de la pobreza sólo puede ser una causa de perdedores, masoquistas, fracasados o embaucadores que sacan provecho de ella.

No hay virtud en la carencia.

Por el contrario, la virtud está en incitar a ir a más, no a menos.

Por eso es bueno aspirar de alguna forma a juntar billetes o moneditas. Ese es en algún punto un vericueto del juego de la vida.

No lo es todo, obviamente. Pero es una parte constitutiva de la existencia que conviene atender.

Mirar para otro lado es una torpeza. Y hacerse hippie de grande es un verdadero despropósito.

Muy sufrido.

Así que parece conveniente que cada uno advierta y construya su relación con el dinero. Y eleve de alguna manera su nivel de conciencia.

Puede ver por ejemplo en primera instancia qué tan esclavo es de lo material y preguntarse auténticamente para qué carajo quiere una monediita, dos moneditas, cientos, miles o millones de moneditas.

Algunos las quieren obviamente para sobrevivir, que sería como una necesidad inicial.

Primaria.

Luego surgen los matices, las cuestiones de grado.

Si uno es más o menos conformista. O tiene la energía puesta en cuestiones mucho más importantes.

Si el ser cae en las trampas del ego, entonces hacen falta más moneditas, para comprar autos, motos o lo que fuera que deslumbre al vecino.

También si el ser es más inseguro mayor es la necesidad de deslumbrar con regalos a la doncella.

Por mencionar alguna circunstancia.

Pero lo que domina la intención por la suntuosidad creo que es el ego.

En esos menesteres a veces es bueno no andarse con chiquitas, según juzga esa gente, claro.

Asi que joyas, cuadros o el chirimbolo que sea, cuanto más costoso, mejor.

Como el capitalismo sigue el juego del ego te puede ofrecer un reloj por cinco pesos o 5 millones de dólares.

Y unas zapatillas altas llantas vaya a saber a qué precio.

Claro que hay que respetar la relación de cada uno con el dinero.

No es poca la gente que ha entregado la vida a la misión de juntar moneditas.

Sin dudas es conveniente aprender el juego del dinero para generar los billetes que necesitamos.

Yo necesito siempre los billetes suficientes que garantizan mi libertad.

El dinero sirve para ser libre.





Leer Más...