Mi Cartita
Sé que estoy sobre la hora pero no quería dejar de escribirte.
Creo que el último recuerdo que tengo de vos es cuando con mi viejo salí a ver las estrellas. En distintos momentos me decía, ahí va. Ahí va…
Yo levantaba la vista y justo habías pasado con tu trineo. Fue algo que hiciste varias veces, y mi papá te descubrió siempre. El tonto era yo que nunca llegaba a descubrirte.
No importa.
Igual, en verdad no sé si eras vos o los Reyes Magos. Creo que estoy algo confundido.
En cualquier caso sabé que te quiero mucho más a vos. Porque estás solo y te encargas de todo el mundo. Los otros son tres y siempre piden pasto, agua y no sé qué más.
Así que te quiero seguramente más por desinteresado y generoso. También por trabajador, por supuesto.
Seguro estás a full con las lecturas y organizando la implementación del reparto. Por eso te escribo cortito.
- Qué pido?
Nada raro. Traeme intangibles.
A esta altura tendrás tus bolsas repletas de juguetes y cosas. Así que no creo que puedas negarte a cumplir con mi deseo.
Es lo de siempre, intangibles. Y exactamente los mismos que te pido cada año.
No tienen ni peso ni precio. Traelos nomás.
Te dejo con la admiración y el respeto de siempre.
Sólo te pido que no andes averiguando por ahí sobre mi comportamiento.
Si te pido, confiá…
Sé que lo merezco.
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