viernes, 13 de enero de 2023

El billete



Es increíble como tanta gente corre detrás del billete.


Vidas completas se han gastado al parecer esencialmente alineadas al objetivo de conseguir moneditas, billetes, lo que fuera.


El billete es una metáfora, el quid de la cuestión es el dinero. Son muchos los que invierten muchísimo tiempo para conseguirlo y hay vidas que están esencialmente orientadas a ese objetivo.


De hecho las conversaciones que giran en torno al dinero son recurrentes y ocupan gran parte de la existencia.


¿Está bien?


Quien sabe, que cada uno haga lo que quiera. Nada mejor que cada persona para resolver al respecto.


Y no iba creo por ahí.


Iba a decir que yo miro con sigilo y atención esta cuestión para no caer en la trampa y ubicarla esencialmente en el lugar que creo apropiada.


Al no ser yo un ser consumista, materialista, no definirme en absoluto por la cantidad de moneditas que tengo en el bolsillo, debo reconocer que tengo una extraordinaria ventaja.


No soy esclavo del dinero ni malgasto la vida para conseguirlo como fuera. 


Lo cual me parece interesante en mi caso, más teniendo en cuenta que el valor esencial que elijo es la libertad. 


Y en verdad para lo único que me interesa el dinero es para construir y reasegurar la libertad.


Para eso.


Aunque seguramente no sea lo único. Si no, lo más importante. El motivo crucial que me impulsó y me impulsa a conocer el juego del dinero para sobrellevarlo de la mejor manera.


Porque desatenderse no se puede.


Hasta a los hippies se les viene el capitalismo encima.


Así que como siempre me pareció algo relevante para resolver, desde chico me dispuse a aprender el juego del dinero. Y a establecer una conciencia adecuada para mi auténtica motivación. 


Con la intención de tener una sana relación de manera que el dinero y yo nos sintamos bien a gusto.


Para mí nadie es más que nadie por tener más o menos moneditas.


Esa es otra ventaja.


Me evade de las pantomimas del ego y no tengo que andar recolectando chirimbolos costos para existir o llamarle la atención a quienes adoran, alaban, respetan o admiran por el cúmulo de chirimbolos caros que pueden exhibir con mayor o menor destreza.


Pero como confesaba me volqué al aprendizaje y aprendí lo suficiente como para no caer en la pobreza ni ser esclavo de la riqueza.


Estoy bien en la situación que estoy porque es la buscada y transitada desde hace muchos años.


La casa está en orden, la libertad está asegurada.


No sé cómo les irá a ustedes en esta cuestión, pero espero que cada uno esté en la situación que quiera estar. Y si no fuera así, que pronto pueda construirla.



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