El juramento
Ninguna persona libre debería acceder al juramento, sea cual fuere.
No hacen falta precisiones.
El juramento impone sobre el futuro y determina al ser como apresándolo sobre instancias que desconoce.
Por eso aprestarse al juramento es comprometerse a proceder sobre instancias futuras que uno en verdad desconoce.
Esa determinación sobre un comportamiento futuro e irrenunciable es abusiva para la naturaleza cambiante y contradictoria del ser humano. Solo sería propia para la impecabilidad de almas inexistentes.
Porque todos por más buenas intenciones que tengamos cometemos nuestros errores y deslices. Aún en contra a veces de nuestras intenciones.
Sirva esta última oración para justificar algún error.
De modo que el juramento en las cuestiones que fueran, es en verdad abusivo y farsante, porque no concuerda con la naturaleza errática y contradictoria del ser.
La buena gente alineada en el equipo de seres bien intencionados pueden obrar tranquilos de acuerdo a sus íntimas convicciones sin la necesidad o exigencia de asumir juramentos que puedan exceder a la autenticidad de sus almas y a las circunstancias que se les presenten.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Podés dejar tu comentario como usuario de Blogger, con tu nombre o en forma anónima. Seleccioná abajo.