martes, 5 de febrero de 2019

La opinión disidente


Al parecer en nuestro país seguimos con problemas educativos serios que afectan distintas circunstancias y erosionan las relaciones por el simple hecho de que impiden a la gente tolerar una opinión disidente.

Cuando en verdad la disidencia enriquece, nutre, exige a la reflexión y nos invita esencialmente a repensarnos y superarnos.

Con lo cual nada debería motivar más a alguien que le interese desarrollarse y crecer que escuchar al otro que tiene una opinión diferente y en su expresión le posibilita rediseñar su interpretación y superarla.

Salvo que alguien sea realmente muy inseguro, esté sujeto a la vulnerabilidad de su ego, o sea un holgazán del pensamiento, la diferencia de criterio es siempre una bendición para el intelecto.

Por eso es increíble que algo tan básico de la educación no pueda ser superado y represente un motivo de enojo irreconciliable entre la gente. Al punto de dejar de saludarse, hablarse o seguirse en twitter.

Me acaba de pasar.

Uno se deja atravesar por la escritura, entonces viene alguna frase o párrafo que lo provoca y exige su aparición. Como un simple escriba se pregunta en un instante si esa idea, oración, frase o párrafo, va a dejar que se despliegue generando sus propias consecuencias, o se la traga desde el silencio impidiendo su aparición, evitando presumibles problemas y dejando al mundo como está sin asumir el menor de los riesgos.

Entonces toma una decisión simple, o despliega la frase o se llama a silencio.

Y es tal vez la sumatoria de esas decisiones que se producen en esos momentos claves de la existencia, donde uno decide quien es. Si se deja tentar por la comodidad o prefiere abrir la boca y decir lo que tenga que decir.

El pueblo siempre se equivoca porque piensa que los políticos lo van a salvar, escribí en twitter luego de trascender el espontáneo proceso que me invitaba a decidir si me tragaba la frase o la mandaba a arreglárselas con el mundo.

Apreté el botón y me desentendí del tema. 

Pensé un instante que es una idea que favorece la reflexión porque incita a los ciudadanos a salir de una posición de demandantes y asumir su responsabilidad ejerciendo su poder personal, aunque me desanimaba compartirla cierta connotación negativa que llevaba implícita. Porque de alguna manera podía favorecer una interpretación generalista o distorsionada de lo que quería transmitir.

Ni todos los políticos se creen salvadores, ni todos los ciudadanos piensan que los van a salvar.

A los pocos segundos un afamado político me dejó de seguir. 

Si algo quisiera aclarar es que creo en los políticos trabajadores, honestos y capaces. Que creo por supuesto en la democracia como el sistema de gobierno representativo más sano y conveniente.

Y al mismo tiempo quisiera decir que no creo en aquellos que piensan que nos van a salvar.

Los políticos que piensan eso son potencialmente muy peligrosos.



No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Podés dejar tu comentario como usuario de Blogger, con tu nombre o en forma anónima. Seleccioná abajo.