jueves, 11 de noviembre de 2010

Suelta de dedos


Yo escribo en cinco minutos.

En verdad no sé si soy yo el que escribe. O es la ansiedad que se manifiesta.

Pero un escrito aparece ante mis ojos, casi antes de ser tipeado.

De modo que no sé si en verdad escribo, o bien leo.

Porque me encuentro con la revelación, de esos dedos inquietos que avanzan presurosos para presentar palabras.

Ahora mismo trato de seguir lo que los dedos imponen.

Rápidos, decididos, venturosos.

Van y van.

Como si algo extraño los estuviera movilizando. Para dejar testimonio de una escritura que emerge.

Y yo, que solo miro como un niño que espera la aparición.

Sin mago, sin galera.

Y, a veces.

Sin conejo.
.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Podés dejar tu comentario como usuario de Blogger, con tu nombre o en forma anónima. Seleccioná abajo.