viernes, 12 de enero de 2018

El hombre negador


Pocos mecanismos son más inefectivos para transformar favorablemente la realidad que el mecanismo de negación.

Quien se aferra a él se compromete con la mentira que niega la evidencia.

Lo sé porque observo al mecanismo desplegarse por todos lados a partir de personas diversas que lo honran a rajatabla.

Cada vez que las veo me genera la inquietud inicial que consiste en preguntarme, ¿sabrán que son presos del mecanismo negador? ¿Estimarán la ecuación que les resulta del costo y el beneficio de honrarlo?

Tengo distintas hipótesis, y como todas hipótesis, pueden ser fallidas.

Pero en el fondo sospecho que el ser humano no tiene una predisposición para el perjuicio personal. Con lo cual si alguien honra el mecanismo negador, por algo será.

¿Y cuál será el beneficio entonces?

Esencialmente, la posibilidad de evadir la realidad, hacerse cargo de ella, encausarla y corregirla.

Nada menos.

Algo que implica ciertas cuestiones, como por ejemplo ASUMIR LA VERDAD. Que no es una cosa menor. Es más fácil mirar para otro lado y desatenderse del asunto que sea.

Aunque obviamente una técnica tan burda suele ser muy costosa.

Engañarse es un truco muchas veces conveniente para evitar problemas en el corto plazo. Pero en el largo plazo lo esperable es que con esa predisposición se consoliden y acrecienten.

En síntesis, no es ningún negocio.

Lo mejor siempre es mirar la realidad como se presenta para poder operar favorablemente en ella. Porque por más que uno la quiera maquillar o intente transfigurarla al observarla, la realidad persiste y se manifiesta irremediablemente.

Ahí está, para quien quiera o no quiera verla.

Y si la vemos como la realidad es, tenemos la posibilidad real de incidir en ella. Cosa que no ocurre si nos mentimos.

Ustedes dirán, ¿por qué escribo esto? 

No sé, será que tengo miedo de caer en ese mecanismo inconveniente o habrá algún hombre negador en ámbitos laborales que persiste con su actitud irrenunciable de negar la elocuencia, y contribuye así a que en vez de alinear el mundo descuajeringado se consolide el perjuicio que ocasiona.

Se validen sus engaños y salga airoso como siempre.

Pero yo no digo nada porque ya lo he dicho todo, solo me advierto del costo que tiene mentirse y mirar para otro lado.


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