jueves, 22 de octubre de 2009

El Grito...



Le di la mano y me fui.

Abrí el ascensor y me encontré con una lluvia torrencial. Las gotas caían por todas partes y nos empapaban a todos los transeúntes del micro centro.

Era previsible que los papeles se mojen. Las dos o tres cuadras que me separaban del subte no podrían evitarlo.

Los papeles eran el contrato. El resultado de una charla cordial con Leandro, el director de la radio.

Bien supo él y Elba detenerme cuando terminó mi participación en el último programa en el que me habían invitado.

Aquella vez había sido hace un par de días. Elba por detrás y él por delante, abriendo la notebook para mostrarme los horarios disponibles. Yo permanecía parado en silencio mirando la pantalla de la computadora sin decir palabra.

No dije que sí, no dije que no.

- Lo veo, lo veo…

Pude advertir fácil que mis palabras generaban una suerte de desencanto e incomprensión.

- Lo voy a pensar, lo veo..

Maldita indefinición que se justifica en cierta reflexión que procura preservar la impecabilidad de los compromisos que asumo.

Bien lo supe hace años. Una cosa es levantar la mano, el tema es cuando hay que pasar al frente.

Pero las deudas hay que pagarlas con la acción. Y tenía que saldar la única deuda que me interesaba afrontar. La que tenía conmigo mismo.

Será un ciclo de seis programas.

- Juan, es el contrato más corto que firmé en mi vida.
- No te preocupes.

El martes le di la mano y me fui.

No sin antes sugerirle un mundo que podríamos crear y que excedía el programa. Podía verlo con claridad y también podía mostrárselo.

Interesante.

Agradezco a Elba por extender siempre su mano y propinarme un empujón. Y a Leandro por dejar que me tropiece dentro del mundillo de la radio.

Los viernes a las 12 horas se escuchará El Grito Sagrado.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Podés dejar tu comentario como usuario de Blogger, con tu nombre o en forma anónima. Seleccioná abajo.