El hombre enojado
El nombre es complicado y no hice el esfuerzo de retenerlo. Pero busqué en YouTube unos videos y encontré más contenido.
A la una de la mañana puse a este hombre en una congregación budista y observé con atención todo lo que decía.
Hablaba pausado, en calma. Como si estuviera habitando la profundidad de la paz, instalado en el presente con cuerpo y alma.
Luego abrí otro video que me llamó la atención. Tenía más de 5 millones de vistas una entrevista que le habían hecho en un canal norteamericano.
Voy a seguir profundizando en el bienestar del silencio, la meditación y la calma mental.
Sospecho que habitar el presente nos hace partícipes de la profundidad de la existencia, apacigua el ruido mental, aporta lucidez y fomenta el bienestar.
Creo que el hombre enojado que está adentro mío está haciendo las últimas rabietas. Debe sospechar que lo quieren domesticar.
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