La vida me parece un camino de búsqueda permanente. Una suerte de recorrido eterno sobre circunstancias a descubrir primero para vivenciar después.
Como indagador he decidido participar del juego.
De modo que cada día salgo en búsqueda de ese mundillo prometedor que aún desconozco e incentiva mi expectativa de suponerlo interesante.
No es disconformidad con mis circunstancias cotidianas. No, no.
Es la predisposición de ampliar posibilidades y concluir como síntesis en una vida más intensa, más plena.
A veces por aquí no hay nada, entonces hay que fijarse por allí. O más lejos.
Dar la vuelta por la esquina, subir el ascensor. Ir hasta la terraza y bajar por las escaleras.
Esta vez creo que allá está el tema.
A ver…
Si, sí. Es allá.
Como indagador he decidido participar del juego.
De modo que cada día salgo en búsqueda de ese mundillo prometedor que aún desconozco e incentiva mi expectativa de suponerlo interesante.
No es disconformidad con mis circunstancias cotidianas. No, no.
Es la predisposición de ampliar posibilidades y concluir como síntesis en una vida más intensa, más plena.
A veces por aquí no hay nada, entonces hay que fijarse por allí. O más lejos.
Dar la vuelta por la esquina, subir el ascensor. Ir hasta la terraza y bajar por las escaleras.
Esta vez creo que allá está el tema.
A ver…
Si, sí. Es allá.